Quemaduras
Las quemaduras son lesiones producidas en los tejidos por la acción del
calor en sus diferentes formas, como cuerpos sólidos calientes (planchas,
hierros candentes,..), sustancias líquidas (agua, leche, aceite,..), elementos
gaseosos (vapor de agua, gases calientes,….), radiaciones (solares, rayos X,…)
y cualquier forma de llama, así como por la electricidad. Aunque este tipo de lesiones suelen afectar
a la superficie corporal, no debemos olvidar que los efectos de cualquier forma
de calor intenso pueden afectar a zonas no visibles del organismo (órganos y
sistemas). Por regla general las quemaduras son lesiones dolorosas que tardan
en curar.
La piel es
el órgano más extenso del cuerpo, con un espesor que varía entre 1-3 milímetros
y es una barrera impermeable que también contribuye a la termorregulación. Se
compone de 3 capas: epidermis, dermis e hipodermis. La primera es la más
externa; la segunda contiene tejido conjuntivo, vasos sanguíneos que aportan los
nutrientes para la epidermis, folículos pilosos, glándulas sebáceas y
sudoríparas y fibras nerviosas periféricas transmisoras del dolor. Precisamente
estas fibras son las que se estimulan en las quemaduras superficiales,
transmitiendo al cerebro la sensación dolorosa intensa que se produce y las que
se destruyen cuando la quemadura es profunda, desapareciendo por tanto dicha
sensación dolorosa. Una rápida y
acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y, en otros casos,
mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo térmico.
VALORACIÓN DE QUEMADURAS
La gravedad de una
quemadura viene determinada por la extensión de la misma, la profundidad, la
edad del afectado, el riesgo de infección, la localización de la lesión, la
afectación de la función respiratoria (por llama directa o inhalación de humos
o gases tóxicos en incendios) y las enfermedades previas (crónicas como
cardiópatas, diabéticos,…, se descompensan con más facilidad y tienen más
riesgo de complicaciones).
Extensión: Es el
primer factor a considerar en la valoración de la severidad de una quemadura.
Cuanto más extensa sea la quemadura mayor será el estado de gravedad, debido a
la pérdida de líquidos (plasma sanguíneo) que acompaña a las quemaduras y que
dispone al paciente al estado de “shock” y a mayor riesgo de infección (la
quemadura supone la pérdida de la
barrera protectora natural del organismo que es la piel).
Localización: la
cara, las manos, los pies, los genitales, la piel que rodea los orificios
naturales y la piel de la flexura de codos, axilas y rodillas, son zonas
corporales que plantean más complicaciones frente a las quemaduras. Estas áreas
poseen una piel más fina y delicada, por lo que cicatrizan mal y ocasionan un
gran perjuicio estético, si no se tratan adecuadamente.
Profundidad: Directamente relacionada con la temperatura del agente y el tiempo de duración del contacto. Se clasifican
generalmente, en primer, segundo o tercer grado, de acuerdo con la profundidad
de tejido destruido.
CLASIFICACIÓN DE LAS QUEMADURAS SEGÚN LA
PROFUNDIDAD
Primer grado: destruye
solamente la epidermis. Hay enrojecimiento (eritema) y es dolorosa. Ejemplo:
por exposición al sol.
Segundo grado: destruye la
epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis. Se subdividen en grado
superficial o profundo. Su aspecto es rosado o rojo, con presencia de ampollas
(flictena) de contenido plasmático que sale de los capilares afectados. Tienden
a una epitelización espontánea. Son dolorosas.
Tercer grado: destruyen todo el
espesor de la piel y puede afectar a tejidos más profundos (músculos, vasos,
nervios, hueso). Salvo que sean muy pequeñas, no tienen posibilidad de
epitelización espontánea. Provocan una especie de costra o placa de color
negruzco-grisaceo llamada escara. No suelen ser dolorosas por la gran
destrucción de las terminaciones nerviosas de los tejidos afectados.
CÁLCULO DE
LA EXTENSIÓN DE LA
QUEMADURA
Para valorar la extensión de una
quemadura de una forma rápida (en adultos), la superficie corporal se expresa
en porcentajes que calculamos mediante la regla de los “9” o de Wallace.
En quemaduras no tan extensas, la
valoración se puede hacer sabiendo que la palma de la mano del herido
representa el 1% de su superficie corporal, siendo válida para todas las
edades.
PRIMEROS AUXILIOS ANTE QUEMADURAS
-
Nunca entrar en un lugar en llamas. Además del
riesgo de sufrir quemaduras, podría asfixiarse con el humo o los gases tóxicos
que se desprenden en un incendio y que pueden ser mortales en espacios
cerrados.
-
Parar el proceso de la quemadura. Si tiene la
ropa ardiendo que no corra, ni echarle agua (avivaría las llamas). Ha de
tirarse al suelo y cubrirlo con una manta, alfombra, toalla… o cualquier prenda
grande y gruesa que se tenga a mano (si está mojada mejor). Si no se tuviera
nada, hacerlo rodar por el suelo.
-
Se debe sacar la ropa, en particular los de
fibras sintéticas, que pueden continuar ardiendo durante prolongados períodos
de tiempo después de haberse extinguido las llamas. Si está pegada es necesario
recortarla.
-
Quitaremos inmediatamente las ropas que estén
impregnadas en productos químicos o líquidos hirvientes, para evitar que éstos
sigan en contacto con la piel y ésta continúe quemándose. Se puede hacer esto,
mientras se mantiene la zona afectada bajo un chorro de agua no muy fría (ducha
o grifo), protegiendo nuestras manos del contacto con la sustancia química.
-
Aplicaremos agua
fría sobre la superficie quemada (10º-20ºC. No agua helada, ni hielo)
durante 10-20 minutos. Se puede dar con chorro suave o sumergir la zona
quemada. De esta manera, se aliviará el dolor y se evitará que la quemadura
siga progresando, ya que aunque la piel no esté en contacto con la fuente de
calor, los tejidos permanecen calientes y pueden continuar quemándose.
-
En cualquier
persona con quemaduras extensas, que superen el 30% de su superficie corporal
total, se establecerán inmediatamente medidas de soporte hemodinámico. - Trasladar a centro hospitalario.
.
En las de primer grado, beber abundantes líquidos si ésta es muy extensa, caso
de las producidas por el sol durante el verano.
. En
las de segundo grado existe peligro de infección si la ampolla revienta al
convertirse en una puerta de entrada para los microorganismos. Por tanto, no se
deben reventar las ampollas que aparezcan.
.
Cubrir con gasas, paño limpio,…. humedecidos con suero y si no se tiene con
agua.
.
En quemaduras extensas de miembros: elevar (en miembro superior cabestrillo)
para disminuir inflamación.
Si es en miembro superior retirar anillos, relojes,
pulseras, etc..., ya que este tipo de lesiones suelen producir mucho edema e
hinchazón.
. No dar pomadas de ningún tipo.
.
No retirar los restos de ropa si están pegados.
. Envolver
la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas (se recomienda planchar
previamente para esterilizar), humedecidos previamente con suero o agua tibia.
Cubrir con manta térmica o similar ya que puede dar hipotermia.
. Si es entre dedos, poner gasa (o similar) entre ellos para
que no se peguen.
Si las quemaduras son muy
extensas no se recomienda el enfriamiento con agua fría por el cuadro de
hipotermia que se puede producir.
QUEMADURAS ELÉCTRICAS
La corriente eléctrica doméstica puede quemar y matar. Los accidentes se
producen cuando el cuerpo entra en contacto con los dos hilos conductores o más
frecuentemente, entre un hilo conductor y un material conductor como tuberías,
vigas metálicas, o que se ha convertido en conductor por la humedad (suelo,
paredes...). La humedad juega un papel
muy importante en los accidentes eléctricos; el peligro es pues mayor en las
cocinas, baños, bodegas y sótanos húmedos. Finalmente la piel del hombre es
mucho más conductora cuando está mojada por agua o sudor.
Se denomina electrocución a
un accidente producido por el paso de una corriente eléctrica a través del
cuerpo.
La electrocución puede ocasionar quemaduras y sobreestimulación celular,
que puede dar lugar a la muerte cuando afecta a órganos vitales, como el
encéfalo, el corazón o los pulmones.
Lesiones habituales que se pueden producir por electrocución son:
quemaduras en la piel (orificios de entrada y salida), en órganos internos y
por llamaradas (combustión de ropas y objetos cercanos por las altas
temperaturas), asfixia por parálisis del centro respiratorio, parada cardiaca,
fibrilación ventricular,…
En caso de accidente eléctrico lo que
NO se debe hacer es:
- Tocar
a la víctima mientras esté en contacto con la fuente de electricidad. - Utilizar materiales conductores o húmedos
para apartar un cable.
Lo que se debe hacer es:
- Cortar
la corriente antes de tocar a la víctima, bien desconectando el automático en
los domicilios, bien llamando a la compañía eléctrica. Si no es posible se
tocará al accidentado a través de un no conductor como la goma, cuero, madera,
plástico,….
- En
caso de parada cardio-respiratoria iniciar la R.C.P. cuanto antes y mantenerla
hasta la llegada de los servicios sanitarios.
- Tratar
las quemaduras. Cubrir orificios de entrada y de salida.
- Al
efectuar el traslado hay que adoptar precauciones por si existen fracturas o
lesiones medulares.
- Poner
bajo vigilancia médica a todo individuo que hubiere recibido una fuerte
descarga eléctrica, incluso si no presenta trastornos inmediatos o presenta una
simple conmoción; estos suelen aparecer más tarde (fracturas, hemorragias
internas, infecciones, arritmias cardíacas, paro cardíaco,...).
QUEMADURAS QUÍMICAS
Producidas cuando la piel entra
en contacto con sustancias químicas (ácidos, sosa, u otras sustancias
corrosivas).
- Debemos
retirar el producto químico del contacto con la piel tan rápidamente como sea
posible.
- Iniciar
el lavado cuanto antes con agua abundante, pero no a presión (ducha suave,
manguera de jardín, regadera,..) de 15 a20 minutos.
- Retirar
los objetos y ropas que estén en contacto con la piel. - Cubrir y trasladar.
QUEMADURAS SOLARES
Producidas por la acción directa del sol sobre la piel no protegida. Lo
más habitual son quemaduras de primer grado: Piel enrojecida, tirante,
quemazón. Raramente de segundo grado superficial, en exposiciones intensas
sobre pieles sensibles: Ampollas, dolor intenso.
Zonas especialmente peligrosas
• Zonas
de alta montaña: al estar la atmósfera más limpia y tenue se filtran menos los
rayos ultravioletas.
• Zonas nevadas por
la reflexión desde el suelo de los rayos solares.
• Arena
y mar por el reflejo de los rayos solares.
En días nublados también es
posible sufrir quemaduras solares, ya que los rayos ultravioletas son capaces
de atravesar las nubes poco densas.
Prevención de las quemaduras solares:
1.- Evitar las horas de más sol.
2.-. Protección natural
adquiriendo un bronceado natural de la piel,
tras exposiciones progresivas al sol.
3.-. Aplicar ½ hora antes de la
exposición solar cremas de protección y cada 2 o 3 horas.
Primeros auxilios.
.
El propio de las quemaduras, descrito anteriormente. Hidratarse. Consultar con
el médico posibles cremas a aplicar.
TORMENTA ELÉCTRICA. LESIONES POR UN RAYO
La causa de muerte por rayo más habitual suele ser por un paro cardiaco
como consecuencia de la descarga eléctrica atmosférica sobre el organismo. Casi
el 75% de los pacientes tendrán secuelas importantes.
Esta forma de electricidad atmosférica es más dañina que la
producida por el hombre (por las altas temperaturas, intensidad,…).
Las lesiones que produce una descarga eléctrica atmosférica
pueden ser:
- Eléctricas.-
calentamiento instantáneo y vaporización del calzado y ropa. Quemaduras en
pliegues de humedad (axilas, ingles,…) y en la piel de contacto con objetos
metálicos como relojes, pulseras y medallas.
Hay quemaduras de primer y segundo grado en la entrada y
salida de la corriente.
- Lumínicas.-
lesiones en retina y cataratas, incluso ceguera. Pueden aparecer incluso tiempo
más tarde.
- Traumáticas.-
similares a las explosiones, dañando el pulmón (fatiga), los oídos (sordera),
huesos y articulaciones (fracturas y lesiones musculares).